Paisito
Último Programa 13/08
Pájaros prohibidos
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Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido, ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso "por tener ideas ideológicas", recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel.
Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos y el dibujo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:
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¿Son naranjas? ¿qué frutos son?
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La niña lo hace callar: Ssshhhhh
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Y en secreto le explica:
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Bobo ¿no ves que son los ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.
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Eduardo Galeano (1976) del libro "Días y noches de amor y de guerra".
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CASAPUEBLO
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"Era una casa de pororó. Era una casa de PAEZ Vilaró"
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Con esa frase, Vinicius se refería a Casa Pueblo de Carlos Paez Vilaró.
En el año 80, Vinicius junto a Toquinho lanzan un disco para niños, una de esas canciones hace referencia a Casapueblo, Punta Ballena, Uruguay.
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Todo comenzó cuando el artista uruguayo Carlos Páez Vilaró visitó Punta Ballena por primera vez, en 1958. Encantado con la ciudad, decidió que allí era el lugar perfecto para construir su atelier definitivo.
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A principio la casa era una chabola de lata que fue creciendo poco a poco y dando lugar a la madera. Algunos años más tarde, Vilaró comenzó a cubrirla con material y moldearla con sus propias manos, como si de una escultura se tratase.
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No fue una casa planeada y la construyó solo. Alrededor de 30 años se fue construyendo, agregándole nuevos espacios y ambientes, según las necesidades iban surgiendo, así fuese por la llegada de amigos que se quedaban una temporada allí. Uno de esos amigos era el poeta brasileño Vinicius de Moraes, quien decía, a cada visita, que se encontraba con una casa distinta, siempre más grande, pero que nunca estaba lista y, definitivamente, era muy graciosa.
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Poco a poco, la casa y su forma única de construcción empezaron a llamar la atención de quienes visitaban la ciudad y se fue transformando en punto turístico. Vilaró decía que la casa se nutría de la energía de los miles de personas que la visitaban.
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Casapueblo, como fue bautizada por su constructor, hoy alberga un museo, una galería de arte y un hotel.
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El poema fue escrito y cantado por primera vez en uno de los viajes de Vinicius a Punta Ballena, la letra fue creada como homenaje a su amigo Vilaró, como una canción de cuna para sus hijas.
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En la letra original, los últimos versos, decían: “mas era feita com pororó, era a cada do Vilaró” (pero era hecha con palomitas, era la casa de Vilaró)
La palabra “pororó”, en Uruguay se refiere a pop, palomitas de maíz, cabritas…
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En la canción se hace referencia a lo que le falta a la casa: baño, paredes, techo, etc, pues en las visitas de Vinicius a Casapueblo, siempre faltaba algo.
Según Toquinho, Casapueblo parece levitar sobre el mar, sin techo y sin suelo.